Actualmente, existe un amplio interés por compatibilizar la actividad laboral con una parte de la pensión de jubilación. Una de las modalidades más usadas para esto es la jubilación activa, la cual cuenta con varios requisitos a cumplir y beneficios interesantes para aprovechar.
Una modalidad de jubilación muy popular
La jubilación parcial es una modalidad que permite a las personas cobrar una parte de su pensión, mientras reciben el salario por la actividad laboral que desempeñan.
De acuerdo con la Seguridad Social, esta jubilación comienza a la edad de 60 años, junto con un contrato a tiempo parcial, que puede contar o no con un contrato de relevo celebrado con un empleado.
Además es compatible con otras actividades parciales que se desarrollen antes de tener la edad para la jubilación, y se puede recibir al mismo tiempo que otras prestaciones ofrecidas por la Seguridad Social.
Existen varios requisitos a cumplir para optar por esta jubilación, estos son exigidos por la ley y se deben cumplir en las dos modalidades, tanto en la jubilación sin contrato de relevo, como con contrato con relevo.
Lo primero es tener la edad ordinaria para la jubilación, es decir, los 60 años, sin aplicar los coeficientes reductores. La jornada de trabajo debe estar entre el 25 y el 50% del tiempo de los jubilados; en caso de existir un contrato de relevo debe ser del 75%, con alguien que tenga jornada completa y contrato indefinido.
El período mínimo para la cotización debe ser de 15 años, de los cuales, 2 años tienen que ser anteriores a la solicitud de la jubilación. Tampoco se requiere que el empleado tenga años de antigüedad en la empresa donde trabaja.
Si no se cumple la edad reglamentaria para la jubilación, la empresa que contrate al trabajador debe firmar un contrato de relevo con otro empleado.
Una duda frecuente es si este tipo de jubilación se recomienda para los autónomos, sin embargo, existe una diferencia en comparación con los trabajadores por cuenta ajena.
Entre los requisitos para acogerse a esta jubilación como autónomos, está el de cumplir la edad mínima y trabajar el tiempo necesario para conseguir el 100% de la pensión, sin disfrutar de bonificaciones o anticipaciones anteriores.
Además, los jubilados autónomos pueden recibir una pensión completa si los ingresos generados durante su actividad laboral son menores al Salario Mínimo Interprofesional.
Si los ingresos son mayores a este salario, los autónomos recibirán el 50% de las prestaciones cuando se acojan a esta jubilación, de esta manera podrán contar con la prestación de la jubilación y un porcentaje de su salario.
¿Cuánto se cobra con esta jubilación activa?
En caso de optar por esta jubilación, el salario de los trabajadores disminuirá un 25 o un 50%, esto se calcula proporcionalmente con la reducción de la jornada laboral de los empleados.
Al acogerse a esta jubilación activa, la empresa y la Seguridad Social pagan la jornada a los trabajadores, que seguirán cotizando, abonando una cuota distinta, de un 2% si trabajan por cuenta ajena, y un 8% para los autónomos.
Hay varios beneficios a la hora de optar por esta jubilación activa, como la posibilidad de continuar cotizando, dedicar menos tiempo a la jornada laboral, y conservar prácticamente el poder adquisitivo.
Por otra parte, las empresas también consiguen beneficios interesantes cuando sus empleados eligen este tipo de jubilación activa. El mayor beneficio es un ahorro en la cotización de los empleados que se jubilarán parcialmente, así como la renovación de su plantilla sin la necesidad de despedir al personal.
Mientras que para los autónomos, estos no tienen que dejar todo a la organización y pueden mantener la titularidad de su negocio, aunque sin la capacidad de gestionar o administrar el negocio.
A la hora de jubilarse, es posible contar con la modalidad parcial, una excelente opción para las personas que desean recibir un porcentaje de su pensión sin tener que abandonar su actividad laboral.