Con la llegada de la época navideña, podemos suponer fácilmente que millones de personas en todo el mundo tendrán dudas acerca de qué regalarles a sus familiares o amigos. En algunos casos directamente se opta por dinero, pero últimamente quienes no quieren ser tan explícitos también pueden fijarse en las tarjetas regalos, esas en las que ponemos una cantidad X de dinero en determinada tienda para que luego alguien haga uso del mismo con sus productos.
Las tarjetas regalo no sirven
Aunque en algunos casos específicos las tarjetas regalo saquen del embrollo de buscar algún producto en especial a quien quiere regalar para Navidad, las estadísticas demuestran que estos cupones con descuentos no se canjean en el 40% de los casos. Por supuesto se trata de una cifra altísima, que nos hace considerar hasta qué punto estamos haciendo un buen obsequio cuando dejamos dinero en una tienda en la que tal vez no haya nada de interés para el agasajado.
Justamente, es probable que hayas visto además que muchas de estas tarjetas regalo, cuando cargamos 100 euros en ella, nos dan productos por valor de 150 euros, y uno se preguntaría si no llegan a perder dinero de esa forma, pero la respuesta es que no. Como casi la mitad de estos cupones no se cambian nunca, las tiendas ganan mucho más que si aplicaran los descuentos directamente a los productos, y la gente llegara con metálico.
Regalos fungibles, la solución
Si hace algunos años la tendencia en regalos para Navidad era obsequiar productos que pudieran acompañar al agasajado una buena cantidad de tiempo, más en estos días se están poniendo de moda de nuevo los regalos fungibles. Es decir, estamos hablando de aquellos obsequios que tienen una expectativa de uso corta, a cambio de un gran placer al momento de disfrutarlos. Puede ser desde una entrada de teatro hasta un viaje. La ventaja es que si no nos gustan, desaparecen rápido.
¿Sueles entregar tarjetas regalo en Navidad? ¿En qué tiendas en particular?