El gran fraude de los parados; o la gran mentira del gobierno
En los tiempos que corren, uno no puede a la ligera, desde un puesto del gobierno darse el lujo de decir datos inexactos, y menos aún falsearlos para sus propios intereses. Lo de inexactos lo han sido desde casi el primer momento de la legislatura, pero lo de falsearlos ha cobrado fuerza esta semana, cuando ayer la número dos decía