Creo firmemente en el dicho de que no es culpa de nadie nacer pobre pero que si puede ser total o parcialmente culpa de uno mismo el seguir siéndolo.
Hace poco escuche una amiga reclamarme de que «los pobres son pobres porque quieren«. A esta idea yo le contradije con el hecho de que «es que muchos no llegan a tener buenas oportunidades», a lo que ella me contestó que «oportunidades siempre hay, tarde o temprano te llega una y tú lo sabes, ¡oh no!». Me puse a reflexionar sobre esta idea y de mi reflexión llegué a la conclusión de que los pobres son pobres porque se aferran a la seguridad de trabajos mal pagados, no rompen sus miedos, no se preparan y no buscan mejores oportunidades.
No es que les guste seguir siendo pobres, sino que no emprenden acciones decididas para salir de la pobreza.