Viendo a mis amigos, a muchos conocidos y a la humanidad en general pareciera que todo el mundo sabe que ahorrar dinero, hacer ejercicio y comer más sano son actividades benéficas, pero sin embargo son muchos los que no hacen nada al respecto.
¿Por qué las personas no hacen algo que saben que les beneficia en gran manera?, a respuesta es: “Por varias razones”; no existe una respuesta definitiva para cada caso en particular.
Algunas de las razones por las que la gente no ahorra son las siguientes:
1.- Nunca dan los primeros pasos.- No siempre ahorrar dinero, hacer ejercicio y comer más sano será un gran esfuerzo de voluntad, muchas veces al comenzar a hacer algo encontramos la motivación necesaria para continuar haciéndolo.
2.- Falta de fuerza de voluntad.- Algunas personas si dan los primeros pasos, pero los dan por muy poco tiempo, estos por diversas razones no han encontrado una motivación para continuar, entonces tendrán que hacer esfuerzos de voluntad para que las acciones se conviertan en hábitos y perduren.
3.- Falta de visión, decisión y compromiso.- Muchas personas ni siquiera tienen planeado ahorrar, otras planean ahorrar pero nunca deciden comenzar, y otros ahorran durante un tiempo y luego se gastan todo el dinero junto, luego vuelven a comenzar a ahorrar hasta que el dinero llegue a cierta cantidad para gastarlo todo junto.
Existen asesores financieros que recomiendan que al empezar a ahorrar uno se debe proponer metas financieras pequeñas que sean semanales, mensuales y/o anuales y que uno debe constantemente pensar en el complimiento de estas metas, a que esta forma de actuar ayuda a que las personas se mantengan constantes.
4.- Falta de ambición.- En cuanto al dinero la ambición no es mala, lo malo es la codicia, la ambición es querer lograr u obtener cosas grandes con nuestro propio esfuerzo, la codicia por otra parte es querer conseguir cosas grandes a como de lugar.
Si te trazas metas pequeñas poca será la motivación que estas te inspiren, si te trazas metas grandes podrás fácilmente vencer cualquier pereza que pudiera causarte el pensar en trabajar y hacer sacrificios.
Detrás de estás cuatro razones creo que existen dos causas principales que se encuentran en lo profundo de nuestra psicología humana:
- No queremos hacer pequeños sacrificios.
- No queremos cambiar.