Hoy vamos a hablar de una de las noticias que más me han sorprendido de esta semana, y eso que la estamos apenas comenzando. La verdad es que menos mal que no está ocurriendo en España, porque en realidad me hubiera dejado más alucinada de lo que estoy. Y es que resulta que en Australia se han puesto las pilas en el mundo de la moda, y aunque allí las cosas económicamente no es que les vayan mal, parece que en realidad si que quieren sacar rendimiento de los clientes mirones, así que se han planteado que aquel que no compre nada debería en este caso pagar por salir de la tienda después de haber echado el vistazo habitual. ¿Cuánto? Nada menos que 5 euros.
Pero eso no es todo, lo de mirar escaparates de momento no va a tener coste, pero lo que si les va a costar a los australianos es el hecho de poder probarse las prendas que luego no se compren, porque el paso por el probador es de nada menos que de 20 euros. ¡Un robo! Al menos eso es lo que yo entiendo.
Y es que si nos ponemos en esas trece, ya de paso que pongan tarifa por minuto de visual, y que se apunten a ello también los comercios de electrónica de consumo, de electrodomésticos e incluso porque no ¡los supermercados! Y bueno, si en realidad es culpa del establecimientos que el cliente no encuentre lo que busca. ¿A quién le importa? Si aquí lo que importa es cobrar.
Sin duda no entiendo cómo se pueden ver cosas como estas todavía en el que decimos que es un mundo civilizado y que además se supone que Australia, que es una economía bastante importante, puede marcar un nuevo ejemplo a la hora de hacer las cosas. Y en este caso, a mi no me gusta nada el ejemplo a seguir.
Imagen | Gonmi
