La crisis ha cambiado a las familias españolas en prácticamente todos los aspectos, desde el más pequeño al más grande de los detalles. Y en el sentido de la tradición ahorradora española es quizás en uno de los que más se ha notado, y en la actualidad ahorramos hasta un 18% menos que al inicio de la crisis.
La noticia puede parecer contradictoria cuando todos estos días hemos visto como efectivamente la deuda de los hogares españoles ha descendido de forma considerable hasta acercarse a niveles anteriores al comienzo de la crisis. Pero no nos endeudamos más porque tengamos menos, sino que dejamos de hacerlo por la incertidumbre económica que nos produce la falta de trabajo y la falta de movimiento en la economía de a pie.
Tenemos por tanto que los españoles ahorramos cada vez menos, y lo hacemos porque la disposición de dinero es cada día menor. Los gastos se han disparado, los impuestos solo suben y los salarios están por los suelos, así como la falta de trabajo que acusa a muchas familias. Así, es imposible que el dinero rinda no solo para afrontar los gastos del mes, sino también para precisamente lograr que se alargue para dejar un poco de lado y ahorrarlo.
En todo caso, como sé que parece que ahorro y deuda a los ojos del lector más común son antónimos, cabe destacar que desde el punto de vista económico, esto es erróneo. Y si tenemos menos deudas, pero ahorramos menos no son conceptos que no puedan ir de la mano. Y el caso español es un buen ejemplo de ello. Tememos a los préstamos, pero tampoco tenemos para ahorrar. ¿Conclusión? Se contrae el consumo, que es justo lo que está ocurriendo.
Imagen: Esparta
Vía: Expansión