Así como venimos hablando del cuidado de las monedas y la planificación de los gastos, es importante también tener en cuenta el tema del cambio a la hora de comprar cosas. Muchas veces los precios tienen sumas imposibles de ser devueltas, como 3,47 euros, por ejemplo.
En ese caso, es sumamente importante tener en cuenta que la diferencia siempre le corresponde al cliente, y no al vendedor. En este caso, es por dos motivos que debemos reparar en ello: una es por el dinero, que a la larga cuenta. Pero principalmente para hacer valer nuestros derechos, que son los que nos permiten entablar negociaciones de igual a igual con los vendedores.
