Hoy vamos a hablar de un tema que aunque no resulta nuevo, si que es verdad que con la crisis, y lo mal pagado que está el empleo en España se han acentuado y nos dan quizás más que pensar.
La verdad es que fastidia bastante saber que mientras un agricultor apenas cobra un salario que le permita sobrevivir en tiempos de crisis, el consumidor paga por esa cosecha que llega al mercado unas cifras de dinero desproporcionadas con respecto a lo que el primer escalón de la cadena cobra. Y claro, sabiendo que al consumidor cada vez le cuesta más hacer la compra, y al agricultor cada vez más llegar a fin de mes con los salarios, la verdad es que nos asusta bastante la historia.
El precio entre lo que cobra el agricultor y lo que paga el consumidor se dispara, aunque hay que decir que en realidad ha caído un poco con respecto al año pasado. Sin embargo, el precio que se paga al agricultor, con respecto a aquel que paga el consumidor final es bastante elevado y se acerca a cuatro veces más entre el primero y el último. Sin duda algo que no se puede entender tal y como están las cosas y no se explica si no hay muchos intermediarios.
Lo cierto es que creo que la crisis tiene que empezar a poner las cosas en su lugar, pero sobre todo tenemos que ser los españoles los que empecemos a pensar en compras en cooperativas o cosas similares en los que se asegure un precio justo para el comprador.
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