Hoy 21 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ahorro Energético, una cita con la que se intenta conciencia a la población de lo importante de ser responsables con este tipo de consumo. Aprovechando esta efeméride, el comparador Acierto ha analizado cómo las empresas españolas consumen la energía, así como la evolución desde la aparición del Covid-19.
El consumo de luz cae en picado por el parón empresarial
Con el confinamiento de marzo, el consumo de luz descendió de forma pronunciada como consecuencia del parón empresarial. La demanda de electricidad cayó un 13%, llegando hasta el 20% cuando se establecieron las medidas más extremas.
Durante el mes de septiembre, esta reducción apunta a un 5%. El mes no ha sido como se esperaba: tras meses de subidas, el mes de la vuelta al trabajo y al cole no ha arrancado el consumo. Sin embargo, los datos que maneja la entidad indican que en España los negocios consumen un 30% de energía que en el resto de Europa o que en Norteamérica. Una cifra preocupante ante la que no cabe más que aportar soluciones.
Cuáles son los sectores que más energía gastan
Por sectores, el transporte continúa siendo el que más energía consume (en torno al 42%). Le siguen la industria, los hogares, el sector servicios y, por último, la agricultura, la pesca y otros. Sin embargo, cabe comentar que precisamente la paralización de la economía, los ERTES y, en definitiva, la situación actual, harán bailar las cifras.
Como precedente, solo el año pasado el frenazo del consumo en la metalurgia y en la automoción superó el 12% y 10% respectivamente. Esta última es especialmente delicada para el empleo. Tras la caída de las matriculaciones y el frenazo en la compraventa de coches de este año los números podrían volver a dispararse.
Cómo reducir el consumo energético en las empresas
Por fortuna, existen una serie de medidas para ahorrar energía. La primera de ellas será comparar entre las diferentes opciones que tenemos a nuestro alcance y escoger aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades. Esta parte de comparación es importantísima también desde el punto monetario, pues en muchos casos las empresas podrían ahorrarse más de 2.000 euros al año, según los datos que maneja Acierto.
Apagar los aparatos electrónicos y ordenadores después de abandonar la oficina (y establecer políticas al respecto) y desconectar cargadores y otros aparatos que no se utilicen durante la noche y el fin de semana es también útil.
Se estima que el 60% de la energía eléctrica que consumen las empresas está relacionado con la iluminación. Por eso, priorizar el uso de luz natural siempre que sea posible es clave –además la luz natural reduce la fatiga visual de los trabajadores–. Instalar sensores de movimiento en zonas de poco tránsito y cambiar las bombillas tradicionales por luces LED son otras medidas recomendables .
El uso de termostatos, asimismo, permitirá maximizar la eficiencia del aire acondicionado durante el verano y de la calefacción en invierno. Ajustar la temperatura y mantenerla estable –la variación de temperatura puede incrementar un 8% la factura de la luz– también es muy recomendable. Asimismo, es posible instalar termostatos inteligentes capaces de adaptarse a las condiciones de cada momento. E igual que ocurre en casa, el aislamiento también será fundamental.
El emprendimiento y la apuesta por energías renovables, la modificación de las estructuras, etcétera son otras de las grandes soluciones. Un punto en el que todavía queda un largo trecho por recorrer pero en el que algunos sectores ya han empezado a adentrarse. De hecho, son cada vez más las soluciones: por ejemplo los vidrios fotovoltaicos –que reducen las emisiones y disminuyen hasta un 50% los costes de consumo eléctrico; además de aislar acústica y térmicamente los espacios–. La edificación sostenible, sin embargo y en términos generales, es una de las grandes ignoradas: 8 de cada 10 edificios son deficientes energéticamente hablando.