Los electrodomésticos, por desgracia, no durarán toda la vida pero siempre podemos tomar ciertas medidas para alargar su funcionamiento unos pocos años más. La falta de limpieza, un mal uso de ellos o alteraciones en la red eléctrica puede hacer que se lleguen a estropear antes de tiempo, lo que significa tener que volver a comprarlos.
Aunque los fabricantes aseguren que sus productos están pensados para durar en el tiempo, esos supuestos están basados en un determinado uso y cuidado que nada tiene que ver con la realidad. De todas formas, siguiente una serie de sencillos consejos de cuidados, podemos conseguir arañar algunos años y de esta forma retrasar la necesidad de comprar nuevos aparatos.
Lo primero de todo es hacer un buen mantenimiento de los mismos. Es fundamental una buena limpieza y utilizar productos acordes con sus características. El uso de trapos húmedos y secos pueden ser la mejor opción para su limpieza, dejando de lado otros tipos de productos que pueden causar daño en el electrodoméstico. En caso de avería, contactar con un soporte técnico de garantía. Si además se hacen revisiones anuales, mejor que mejor.
Como hemos comentado al principio, haciendo un buen uso de los mismos conseguiremos alargar su vida. En este punto es fundamental hacer caso a las indicaciones de los fabricantes para no llevarnos sustos.
Si nos centramos ya en electrodomésticos en particular, también nos podemos encontrar consejos que nos ayuden a alargar su vida. Por ejemplo, en el caso de los frigoríficos, es recomendado alejarlos de una fuente de calor, ya que un aumento considerable del calor, podría afectar a su motor.
En el caso de la lavadora, es recomendable utilizarla en programas con temperaturas de 30 grados ya que ahí, las enzimas de los detergentes funcionan mejor y la lavadora sufre menos. Si nos centramos en la vitrocerámica, el uso de una tapa protectora, puede hacer que se evite la rotura del cristal.
¿Qué otros consejos compartirías con los lectores?
