En muchas familias, el presupuesto destinado a la compra semanal supone el principal gasto de la casa. El resto de servicios suelen ser muy parejos unos recibos con otros, pero en el carro de la compra, hay que estar con mil ojos si no queremos que su precio se dispare y se coma todo nuestro dinero.
Como ocurre con otras muchas cosas, ahorrar en el carro de la comida es posible, aunque muchas personas opinen lo contrario. Lo único que hace falta para ello es seguir una serie de sencillos consejos y sobre todo evitar que nos den gato por liebre.
Empecemos con estos consejos que nos ayudarán a ahorrar en nuestro carro.
- Realizar un menú semanal antes de ir al supermercado, diferenciando entre las distintas comidas del día. Esto evitará que compremos cosas que realmente no vayamos a utilizar esa semana.
- Antes de salir de casa, revisar bien lo que tenemos en el frigorífico y en el congelador, así como en la despensa para evitar comprar cosas que ya tenemos.
- Hacer una lista con todo aquello que necesitamos y no salirnos de ella. Las ofertas de los supermercados están pensadas para atraer la atención de las personas y promover la compra compulsiva.
- Realizar una única compra semanal. Ya que acudimos al supermercado, intentar comprar todo lo que se necesita para la semana. Ir varias veces a la tienda, supone caer en la tentación de comprar algo más de lo que realmente necesitábamos.
- Compara precios antes de comprar. No te afilies a un único supermercado. Por lo general, lo que en un sitio está a un precio, en otro lo podemos encontrar algo más económico.
- Comprar productos de temporada. Este tipo de alimentos tendrás un precio mucho menor. Por ejemplo, los cítricos, cuyos precios se disparan durante los meses de verano.
- Comprar al por mayor. Si realmente vemos un producto que está muy bien de precio y es algo que utilizamos habitualmente, no compremos una sola unidad, ya que la próxima vez que vayamos, lo más seguro es que ese precio haya subido.
- Calcular los precios por unidad. Hay ocasiones en las que los paquetes grandes no salen más baratos que los pequeños. Una simple cuenta nos puede ayudar a saber realmente que es lo que nos tiene más ventaja.
Siguiendo estos simples consejos podrás ahorrar una importante cantidad de euros que poder destinar a otro fin.