Cuando el sueldo ya no da para llenar la casa de alegría materialista en Navidad habrá que recurrir a métodos más creativos. La crisis no tiene por qué cubrir de un triste manto las Navidades de nuestros hijos y aunque no podamos conseguir los juguetes que muchos de sus compañeros de clase sí que podrán tener, también puede empezar a pensarse en la posibilidad de regalarles otro tipo de regalos, que supondrán menos coste y que acabarán valorando con el tiempo quizás incluso más.
En este país las cosas de segunda mano no están tan valoradas como lo están en países de más tradición reciclando como los nórdicos, en los que saber reutilizar lo obsoleto es considerado como una virtud. Afortunadamente debido a las circunstancias actuales está empezando a revalorizarse y no solo en el plano del arte y de la cultura de reciclaje, sino a nivel de calle también. Pues conseguir juguetes de unos años atrás no es tan difícil en tiendas de segunda mano o en rastros, tampoco se trata de regalarles a niños antigüedades cuyo valor estético y nostálgico difícilmente va a ser apreciado por los más pequeños, con más ansias de destrucción que de deleites trascendentales.
Otra de las opciones si se tienen aptitudes para las manualidades y tiempo es hacer los regalos con tus propias manos. En Internet pueden encontrarse un montón de ideas originales, como por ejemplo en Amarilloverdeazul. En esta página web puedes encontrar vídeos que explican paso a paso el proceso para confeccionar regalos y otros productos que nunca se te hubiesen pasado por la cabeza. Cuando se trata de alternativas en Internet pueden encontrarse ideas muy buenas y que seguro sorprenderán de forma positiva.
