Actualmente existe una tendencia a que muchas empresas y servicios debido a la crisis y la situación actual del país están aplicando la filosofía «Low Cost» es decir aplicar precios bajos a varios de sus servicios.
Una pregunta que surge es ¿Disminuye la calidad de los servicios o productos quienes entran en esta tendencia?.
La respuesta es «no siempre» o «casi nunca», la gran mayoría de empresas o trabajadores independientes que aplican este tipo de filosofía en realidad se valen de los avances tecnológicos o en hacer sencillo la entrega del servicio, también de la subcontratación de personal y la ampliación de funciones de una sola persona, por ejemplo en el caso de los abogados que ofrecen servicios «Low Cost» por demás está decir que la redacción de algunos escritos y las consultas de cuestiones simples no tienen porque tener una alto precio solo por el hecho de que esta actividad sencilla es realizada por un profesional, aunque sabemos que el profesional esta invirtiendo su tiempo en atendernos, el ofrecer un servicio «Low Cost» le ayuda a ganar reputación y a obtener más fácilmente una cartera de clientes y a obtener más trabajo, si algunos servicios son más baratos simplemente habrá mayor demanda.
La filosofía Low Cost tiene como ideología «quitar todo lo superflúo» y dar al cliente lo más esencial o lo que realmente busca, por ejemplo en muchos productos son vendidos con garantías de varios años, servicio técnico, descuentos para futuras compras, accesorios como regalos adicionales y otro tipo de beneficios que puede que uno no este interesado o que no necesite, sin embargo tendrá que pagar un valor añadido por todo este «bonche de beneficios» que quizá no lleguen a ser utilizados.
Otro ejemplo es en los viajes donde te dan grandes comodidades, televisión, comida y otros servicios que obviamente son accesorios pero se los cobran al cliente, mientras hay muchas personas que lo único que les interesa es únicamente el poder transportarse de un lugar a otro.
Servicios legales, inmobiliarios, dominios en internet, servicios telefónicos, empresas de turismo, agencias de viajes y otros tipos de servicos ya están aplicando está filosofía desde mucho tiempo en varias partes del mundo.
La filosofía «Low Cost» está tomando más poder debido a la crisis económia mundial y es un hecho: muchos prefieren ganar menos por su trabajo que no tener trabajo.
Está filosofía tambien me hace meditar mucho sobre como ahorrar realmente, ¿vale la pena gastar más por algo que no es en esencia lo que busco aunque tenga servicios, beneficios o comodidades añadidas?, también nos da la oportunidad de poder adquirir ciertos servicios sin tener que pagar los altos precios que eran comunes en el pasado (cuando no había internet ni sistemas computarizados o programas que facilitan gran cantidad de trabajo y gestiones de diversa índole), lo cual me impulsa desde ahora a tratar de buscar más este tipo de servicios.