Mientras antes ser mileurista era en realidad algo que se entendía como precario, la crisis y las reformas más duras de los últimos años han hecho de aquella palabra con la que se denominó una crisis social, de trabajo y sobre todo a un colectivo que podía únicamente trabajar para vivir, a día de hoy es realmente una de las aspiraciones de los españoles
Mientras antes cobrar un salario de mil euros era en realidad vivir en precario, hoy en día son pocos los que alcanzan a este sueldo. Y es independiente de la formación, porque mientras que en otra época se hablaba de empleos de carácter técnico en este caso licenciados, jóvenes con máster e incluso trabajadores con años de experiencia a sus espaldas han tenido que ajustarse a ganar bastante menos de 1000 euros mensualmente.
Y si la aspiración del español es la máxima de ser mileurista, un concepto que en otros tiempos rechazaba señalándolo como precario, no vamos por buen camino. No solo porque la cosa empieza a preocupar socialmente en cuanto a la capacidad de adaptación de la sociedad a los cambios para mal, sino porque en el futuro más inmediato, no parece que las cosas vayan a mejorar en términos laborales. Y si no mejoran, habrá más paro, y por lo tanto más gente dispuesta a trabajar por lo que sea, incluyendo en este caso la posibilidad de que no solo no haya más salarios mileuristas, sino incluso que nos tengamos que conformar con aspirar quizás al salario mínimo como máxima. Y así no se construye país de futuro
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