Aunque parezca increíble, en la mayoría de países europeos los radares no sirven para «cazar» sino para advertir y están señalizados. En España las normativas refuerzan la imposibilidad de detectarlos y las multas aumentan en un claro afán recaudatorio de la administración.
Probablemente si lo que hacen en España en cuanto a multas de tráfico, llegara siquiera a plantearse en otros países, a sus ciudadanos les daría la risa de lo absurdas que resultan algunas cuestiones. Y es que se supone que partimos de la base del Estado como algo que se crea para el bien del ciudadano, y que en caso de sancionar lo hace previo aviso y por el hecho de que se deben regular comportamientos para vivir en sociedad. En España, este asunto de las multas en las que los radares no tienen en cuenta el margen de error que ha saltado a la prensa, parece una vuelta de tuerca más al hecho de que nuestros políticos están ahí solo por ver de dónde nos sacan el dinero.
Aunque de momento son varias las asociaciones de conductores que han alzado el grito, y muchas las aseguradoras que aconsejan a sus asegurados recurrirlas, lo cierto es que la propia Administración debe dar el ejemplo y aplicarse la ley. Y si un radar tiene un rango de error, no se puede dar por válido un resultado si puede que no lo sea. Simplemente la mera posibilidad hace que la sanción carezca de sentido. Pero ya se sabe Spain is Different.
Más info | Intereconomía
Imagen | zigazou76